SA-RMCXZ-001-α

"ALPHA"

DATOS TÉCNICOS

APARIENCIA

SA-RMCXZ-001 es un androide cuyos colores principales son el negro y rojo. Sus “ojos” son de un tono azul oscuro, casi azabache puesto que son sensores oculares y no ojos normales.

Su cuerpo es de un azul casi negruzco, adornado con armazones de color rojo y amarillo en sus antebrazos. Porta botas largas y rojas en sus pies y un chaleco de los mismos colores.

Al poseer piel sintética hecha de materiales muy resistentes y similares a una piel humana, al tacto, su rostro sería idéntico al de una persona de no ser por su baja temperatura.

En su entrepierna porta una pequeña armadura de color blanco que actúa a modo de calzoncillos, no solo es una defensa sino que aporta detalle estético.

Su casco tiene un diseño circular con dos puntas en forma de V que comienzan en su frente, de color rojo y negro.

Posee dos antenas de color blanco a los lados de su casco. En su frente se puede ver un cristal que alterna entre color azul, verde y rojo, dependiendo de su estado “emocional”, azul en modo pacífico, verde en modo combate y rojo cuando sus sistemas se encuentran en malfuncionamiento.

Su característica más resaltable es una coleta rubia y larga que comienza en la parte trasera de su casco y termina casi en sus piernas. A pesar de no tener un género determinado, se le diseñó con rasgos masculinos, por lo que se le denomina como “él”.

COMPORTAMIENTO

Debido a que Alpha no es un humano, no posee una personalidad como tal. Sin embargo, su IA es tan avanzada que gracias a sus experiencias, le ha permitido desarrollar una serie de rasgos psicológicos y gustos.

A pesar de ello, su pensamiento no es humano y puede resultar algo frío hacia otros individuos. El comportamiento de Alpha es sereno, a primera vista parece un ser tranquilo y inofensivo.

A la hora de interactuar, se presenta como alguien frío, poco hablador y un tanto inexpresivo. Es extraño verle expresando emociones faciales y cuando lo hace, son un poco forzadas. No entiende factores como el hambre, el sueño, la muerte, el miedo, el amor y el dolor ya que es totalmente incapaz de sentir éstos del mismo modo que lo haría un humano.

Tiene un cierto gusto hacia éstos, además de máquinas de uso cotidiano (cafeteras, aspiradoras, etc.). Odia a los droides de combate y detesta a los humanos que solo buscan el poder.

No le gusta mancharse las manos de sangre, de hecho, utiliza los términos “dañar” y “retirar” en su lugar. Teme hacer daño a aquellos seres a los que quiere y aprecia.

Por ello, Alpha prefiere no interactuar con otros seres, por lo que a veces puede llegar a ignorar y rechazar a otras personas sin siquiera dejarles oportunidad de hablar. Se ve a sí mismo como un arma, por ello se tacha de peligroso y prefiere que le dejen en paz.

En cambio, es extremadamente protector, si su objetivo es defender a un aliado no se detendrá hasta que lo consiga o perezca en el intento.

Su único objetivo es asegurar la paz allá donde va. No se considera un héroe, pues según sus palabras, sólo lucha por aquellos que ponen sus esperanzas en él.

Cuando su IA entra en modo secundario (Ver Aptd. Historia), todo cambia por completo. Su única prioridad en este modo es matar todo lo que se ponga por delante, como si de un psicópata se tratase. En este estado no habla, no razona y ni siquiera “piensa”, sólo destruye. Al menos, durante los 5 minutos que tarda el auto-parcheado en arreglar este fatal error.

Gracias a los Dystopianos que le ayudaron en sus peores momentos, el modo secundario ha sido destruído por completo.

No le gusta que le toquen, puesto que no está acostumbrado a ello y mucho menos a recibir afecto. Suele rechazar esto último a menos que esté en una situación especial.

Detesta el dinero. Afirma que éste sólo corrompe a los humanos y les hace volverse avariciosos y ávidos de poder.

En resumen, Alpha no es el más expresivo ni de lejos, pero demuestra un aprecio hacia aquellos que le demuestren que son amigables. Quizás no le guste estar con otros seres, pero puede llegar a ser un fiel compañero.

Por suerte, su complejo de “arma peligrosa” ha desaparecido gracias a aquellos que lucharon por él.

HISTORIA

PRÓLOGO

Es el año 5789, y el planeta Tierra vive en una época de prosperidad para la raza humana.

La población, rica y pudiente, disfruta de una vida casi automatizada por los enormes avances tecnológicos que han ido surgiendo con el paso de los milenios. Viven en casas lujosas y requieren de un simple trabajo de poco esfuerzo para tener un salario que les permita mantener una gran familia.

Pero en esta perfecta época de máximo derroche, no todo es de color de rosa.

Debido a la sobrepoblación y al extenuante deterioro que sufre el planeta azul, han pasado ya muchos años desde que la fauna y flora desaparecieron por completo. La población humana se ha reducido a unos meros 50000 habitantes, ahora distribuídos en 3 enormes metrópolis, los únicos lugares poblados en el mundo. Éstas son Éter, localizada en Asia; Épsilon, localizada en América y finalmente, Elysium, localizada en Europa y además, el hogar de ésta historia.

CAPÍTULO 1: ORIGEN

En la ciudad de Elysium, habitada por 35000 seres humanos, vive y trabaja Michael Anderson, ingeniero en robótica y mecatrónica.

Éste hombre vive soltero en un pequeño apartamento y trabaja en la fábrica central de la mayor empresa de producción de androides del mundo: M.E.C.H (Machine and Engineering Central Headquarters).

Anderson, junto a otros 15 ingenieros, acababa de finalizar un ambicioso proyecto ideado por los altos cargos de la compañía: Una serie de androides comerciales de diversas utilidades. A éstos novedosos androides se les designaría como SA-RMCXZ, apodados como "Beta", pues no eran más que un prototipo de futuras invenciones que habían quedado en el tintero.

Debido a la próspera economía de estos tiempos, las ventas se dispararon, volviéndose un enorme éxito y reduciendo masivamente los precios.

Todo el mundo puso un "Beta" en sus hogares con alarmante rapidez.

Pero en cambio, Anderson, apasionado por su trabajo, no se rendiría ahí. Durante su tiempo libre, se dedicaría a recoger piezas que sobraban o que resultaban inservibles en el trabajo para luego, llevárselas a casa.

En su hogar, pondría en movimiento un proyecto personal, un sueño hecho realidad: El primer androide capaz de pensar y razonar como un ser humano. Gracias a sus amplios conocimientos, en cuestión de 1 año de noches casi en vela y de pura dedicación, finalmente lo lograría.

Las piezas azules serían tintadas de un brillante rojo, además de aportarle un rostro más humano, proporciones más equilibradas y una pontentísima IA para el momento. De melena rubia y ojos oscuros, había nacido SA-RMCXZ-001-α, a quien se le llamaría como "Alpha".

CAPÍTULO 2: CRISIS

Sería un golpe de terrible suerte para la Tierra. Justo el 10 de Enero de 5780, se agotaría la última gota del último combustible fósil del mundo: El petróleo.

Esto supondría el inicio de una masiva crisis, pues ahora la humanidad dependía de suministro eléctrico únicamente para mantener toda la maquinaria necesaria en la vida diaria.

Debido a ésto, la factura de la electricidad se hacía cada vez más costosa. Las fábricas e industrias cerraban al no poder mantener la maquinaria en funcionamiento, despidiendo a miles de obreros y obreras.

La gente se quedaba sin trabajo, sin salario y sin luz en casa. Ya no podían alimentar a sus familias, ni bañarse con agua caliente ni siquiera distraerse. Había comenzado una época de depresión y de pobreza.

Alpha se pondría en funcionamiento justo en estos tiempos, no sin antes ser levemente modificado internamente con un novedoso motor que funcionaba mediante luz solar. Motor que Anderson pensaba presentar en la compañía para solucionar la situación y que por desgracia, nunca podría mostrar, pues Anderson sería despedido justo ese día.

El androide carmesí se encontraba confuso. Debido a que su IA poseía un aprendizaje similar al de un humano, su primera palabra no sería "papá", sino "crisis".

La mayor parte de los androides fueron devueltos a la compañía, la cual ya no tenía qué hacer con ellos. Habría sido el cierre, de no ser por...

CAPÍTULO 3: RÉGIMEN

Evan "Jaaku" Smith, un político de izquierdas conocido por su buen trato hacia los trabajadores y sus grandes promesas, repentinamente sería el cabecilla de un sorpresivo golpe de estado.

El Gobierno de Elysium, el cual no había logrado hacer nada ante la terrible situación que asolaba el mundo y que se había limitado a calmar sin éxito al populacho, se vió acorralado al ver cómo el político había puesto de su lado a la Milicia Nacional de Elysium.

Habiendo sido vencido sin el uso de la democracia, el presidente otorgó el poder absoluto a Jaaku, dando inicio a una terrible dictadura autoritaria.

Su primera medida fue el corte total del suministro eléctrico, destinando toda la corriente hacia la sede del Gobierno. Utilizando esta condición como chantaje, trataría de engañar a la población haciéndoles creer que las centrales han quebrado y que la única opción es que el Gobierno lleve ahora el suministro de energía a los hogares, a cambio de trabajo físico intenso y forzado.

La segunda sería la requisación de todos los androides existentes, los cuales serían modificados para el uso militar, dando lugar a la Legión Beta, que serviría como el principal método de difusión del terror.

Después, llegaría la privatización de Internet y la manipulación de los medios de comunicación.

Todos los trabajadores que, para sobrevivir en sus hogares, tenían que trabajar para el despótico dictador, eran obligados a llevar puestas pulseras irrompibles con dispositivos de rastreo, geolocalización y monitorización.

Esto les obligaba a tener horarios de sueño preestablecidos, horarios de trabajo extremos, control sobre todo lo que dicen y sobre todo, difundir el miedo.

Todo aquel que no aceptase trabajar para el Gobierno o que incumpliese las normas u horarios era ejecutado públicamente por la patrulla de androides que asolaba las calles.

Todo el mundo sabía lo que pasaba, todo el mundo quería cambiarlo, pero hablar demasiado resultaba en una muerte rápida e inesperada.

Anderson se encerraría en su casa. Sabía que las horas estaban contadas, y que no tardarían en descubrirle a él y a su preciada creación. En un intento de supervivencia, decidiría dotar a Alpha de un modo de combate, además de un sable de plasma, un arma de fuego y un arma interna, pues el su objetivo era tener un guarda-espaldas personal.

Alpha, extrañado, le preguntaría a su creador el por qué de tales ajustes. Michael respondería: "Pronto lo sabrás".

CAPÍTULO 4: DESESPERACIÓN

34 horas de suspense serían las que aguardasen a Anderson y Alpha. Horas en las que el androide no dejaría de formular preguntas a su creador. Había comenzado a existir hace unos meses, y ya se encontraba en un momento difícil.

Al día siguiente, justo a las 7:59 de la mañana, el apartamento de Anderson sería invadido de forma sorpresiva por un grupo de androides Beta. Temiendo perder su vida, el ingeniero mandaría a Alpha a detenerlos.

El droide, completamente inexperto en combate, sería vencido con facilidad y apresado para ser requisado. Antes de ser desconectado, sus sintéticos ojos presenciarían la muerte de su creador a manos de los Beta.

Cuando volvió a despertar, su IA adquirió una amplia variedad de sensaciones que jamás había sentido antes. Ya no tenía a nadie con quien hablar, nadie que representase una figura humana. Lo único que pudo ver, era una habitación oscura, llena de androides apagados, algunos, hechos añicos. Estaba solo, triste y asustado.

Se encontraba en la "sala de rehabilitación de androides" de la sede del Gobierno. Pensando que era una versión defectuosa de un Beta, Alpha sería un sujeto de pruebas para probar el Virus Jaaku, un peligroso programa que implantaba a los androides una conciencia idéntica a la del dictador.

Debido a que no poseía un sistema de directivas como los demás androides, el virus no corrompería del todo su sistema. Sin embargo, el programa creó un "Modo Secundario" dentro de él, bloqueando el resto de sus funciones de forma aparentemente permantente.

Así, siendo completamente privado de sus funciones originales, Alpha sería designado como ejecutor. Su trabajo ya no era cuidar de su creador o ayudarle en tareas domésticas, ahora se le estaba pidiendo que asesinase sin pensar.

CAPÍTULO 5: HUIDA

El ahora androide de combate pasaría casi un año trabajando como ejecutor bajo el control del Gobierno. Las calles ahora estaban vacías y en mal estado, como si hubiese pasado un huracán.

En su interior, su verdadera personalidad se mantenía activa. Sabía lo que estaba haciendo, sabía en lo que se había convertido, pero no podía hacer nada al respecto. Sus sistemas estaban bloqueados por el virus que le habían implantado.

Y así sería hasta que, durante una patrulla de reconocimiento, la fachada de un edificio en terrible estado se precipitó y aterrizó sobre Alpha, causándole graves daños. Dándole por infuncional, sería enviado al vertedero, junto a todo su escuadrón de patrulla.

Pero, por suerte, Alpha disponía de un sistema de auto-reparación diseñado para situaciones como ésta. El sistema no sólo reparó su cuerpo, sino que logró recuperar el control del androide sobre sus acciones, dejando al Modo Secundario a un lado.

Todas las memorias estaban ahí sin embargo. Todas las vidas que había terminado con su sable, la pérdida de su creador y todo el tiempo que su verdadera conciencia había estado encerrada.

Sabiendo que le dieron por muerto, aprovecharía la noche para escapar del vertedero. Con un poco de suerte y conociendo a la perfección las rutas de patrulla, lograría escapar de Elysium con éxito.

Ahora era libre pero, ¿a qué precio? El Modo Secundario seguía ahí, pudiendo asaltarle de nuevo en cualquier momento, pues, aunque ahora puede auto-repararse si lo necesita, nada iba a solucionar lo que había hecho, ¿no?

CAPÍTULO 6: RESISTENCIA

Fuera de Elysium sólo había una cosa, la nada.

Alpha vería por primera vez los horrores que suponían dejar la ciudad. La tierra agrietada y amarillenta ocupaba todo lo que la vista alcanzaba y parecía que fuese a desmoronarse en cualquier momento.

El arrepentido androide pasaría 1 año vagando por el desierto. Ya no tenía un propósito que seguir o una meta que realizar, pues lo que antes era una vida ahora no era más que un sueño lejano. El Modo Secundario aparecía de vez en cuando pero, al estar completamente solo, no había nada que destruir. En este tiempo, Alpha programaría por sí mismo un sistema de auto-parcheo para reparar su funcionamiento cada vez que el virus le atacase.

Pero la arena ya se atascaba entre sus articulaciones, dificultando su movimiento. Parecía que iba a ser el fin, pero...

Un día, sin previo aviso, Alpha se toparía con una edificación. Era una pequeña entrada, similar a un iglú. Antes de poder siquiera acercarse, colapsaría en el suelo, pues su auto-reparación no funcionaba con los sistemas internos llenos de arena y polvo.

Había dado con nada menos que La Resistencia, un grupo de humanos que se negaron a aceptar el régimen y que lograron huir a tiempo. Eran alrededor de 1000 personas que habían construido una pequeña ciudadela subterránea en mitad de la nada. Contaban con científicos que habían ayudado al desarrollo de un nuevo método de energía renovable, por lo que lograban subsistir con apenas dificultad.

Alpha volvería en sí en un laboratorio, pues los humanos se tomaron la molestia de repararle y limpiar sus carcomidos sistemas.

Se sintió, sin embargo, asustado. Tenía miedo de hacer daño a los humanos que allí vivían, catalogándose a sí mismo como un arma. Viviría pues escondido entre los humanos, trataba de no acercarse a nadie y pasar desapercibido.

Después de 5 meses, ocurriría lo inesperado. El Virus Jaaku también actuaba como rastreador, por lo que una serie de tropas Beta habían logrado seguir la pista a Alpha y por tanto, dieron con la Resistencia.

La milicia de ésta no era gran cosa, no eran muchos y no podrían detener a la enorme cantidad de máquinas que comenzarían a aparecer de la nada gracias a los Trans-Module que poseían.

Viendo que había sido su culpa, el androide de rojiza armadura supo que debía actuar. De forma repentina había encontrado un propósito nuevo en su agónica vida, iba a luchar, pero no por sí mismo, sino para remediar los errores de su pasado y ayudar a los humanos a recuperar lo que es suyo.

Vistiendo ropajes desgarrados que cubrían toda su armadura, se presentaría frente a la avanzadilla de droides de combate que empezaban a aparecer en el horizonte. El sol quemaba, proyectando sombras a los pies de Alpha. El brillo verde de su sable resplandecería por primera vez, lanzándose al combate. Gracias a su habilidad en combate y su nueva motivación, lograría salir victorioso con el apoyo de los humanos, que le vitorearían como un nuevo héroe.

Por desgracia, el sistema de emociones de Alpha estaba dañado por el virus, por lo que no podía alegrarse por ello...

CAPÍTULO 7: ESPERANZA

Los ataques de las máquinas de Jaaku comenzaron a volverse más frecuentes. Alpha se encargaba de repeler sus avanzadillas, pero los humanos cada vez temían más a saber lo que el futuro les deparaba.

Entre la multitud, se correría la voz de que la milicia necesitaba soldados. Los humanos, conmovidos por la idea de tener un aliado que les había ayudado a mantenerse en pie, vieron la esperanza por fin de recuperar Elysium.

Lograrían reclutar unos 100 guerreros valerosos que iban a luchar por lo que antes era su hogar. Pero eso no sería suficiente, querían encontrar al que ellos llamaban "Héroe Escondido". Con esfuerzo y dificultades, lograrían ganarse el apoyo de Alpha entre sus filas con una sola condición: Alpha no estaría con ellos en ningún momento salvo en las batallas.

Esto se debe a que, a pesar de todo, seguía sin querer acercarse a los humanos. Ya ni siquiera caminaba por las calles subterráneas, se pasaba el día sentado en la minúscula puerta de la ciudad, esperando a que algo osara acercarse a él para enfrentarlo.

Pero muy en el fondo, sabía que estaba haciendo algo bien por una vez en muchísimo tiempo. Su tormento se había reducido bastante, pues sentía que de este modo podía al menos disculparse con la humanidad.

Tras 7 meses de preparación, la milicia de la Resistencia había trazado un plan. Un plan que les llevaría a Elysium y que, si todo salía bien, les otorgaría la victoria.

CAPÍTULO 8: REGRESO

25 de febrero de 5782. Como todos los viernes, Alpha esperaba pacientemente la aparición de un escuadrón de soldados Beta. Pero esta vez el plan era distinto. La milicia estaba esperando escondida tras las dunas, era el gran día.

Justo a las 9:59, se iniciaría una sonora batalla entre los soldados de Elysium y la Resistencia. Alpha correría a enfrentarlos desde cerca, mientras que los humanos le cubrían la espalda.

Después de acabar con el ataque diario, aprovecharían para robar el Trans-Module que las tropas usaban para aparecer frente a la Resistencia y utilizarlo para transportar a todos los combatientes hasta la capital.

Era un todo o nada, si vencían recuperarían su hogar. En cambio, si perdían, sería el fin de una vez por todas.

101 guerreros aparecerían en Elysium, ahora una ciudad decrépita y consumida por las máquinas. Desde el primer momento, los disparos llovieron sobre los valerosos humanos que a duras penas lograban sobrevivir.

Alpha decidió entonces pedir un cambio de planes. Esta sería su única oportunidad para redimirse.

CAPÍTULO 9: DESPEDIDA

Entregándoles un mapa perfecto de las calles de la ciudad y marcándoles la posición de todos los soldados mecánicos, Alpha comandó a los humanos para que tomasen una ruta furtiva hasta la sede de lo que una vez fue el Gobierno. El plan era el siguiente: Mientras Alpha enfrentaba a los droides, 50 humanos irían en busca del generador principal de energía y, los otros 50, se adentrarían en la sede del Gobierno.

Aunque había ya algunas bajas, la esperanza seguía brillando para la Resistencia.

Puesto que sería la última vez que viese a los humanos, se despidió con un breve: "Lo siento."

Una vez las tropas humanas se dispersaron para seguir la ruta que se les había encomendado, Alpha comenzaría su última batalla.

Frente a él había una armada de más de 5000 soldados Beta, pues pensaba distraerlos el tiempo suficiente como para darles la victoria a los humanos.

Con mucha maña, lograría poco a poco ir derribando a los droides que se oponían a él. Era imposible no recibir daños, pero no le importaba. Seguiría luchando durante casi 2 horas, su armadura se deterioraba lentamente y sus sistemas comenzaban a dejar de funcionar poco a poco.

Viendo que había logrado al menos llamar la total atención de los enemigos, comenzaría a retroceder lentamente. Utilizaría las calles para dar esquinazo a los Beta, mientras aprovechaba el aceite rojizo que brotaba de sus cortes para formar un camino que los droides de Elysium siguieran.

Mientras tanto, los humanos habían logrado escabullirse en el interior de la sede, además de la central. En el interior les esperaban un gran número de soldados Beta.

Muchos valerosos guerreros perecieron en el encuentro pero, al menos, lograron desconectar el suministro eléctrico.

Ahora la capital estaba a oscuras. Los droides pronto se quedarán sin batería y los sistemas de cámaras no funcionan.

Presionado por su inminente declive, Jaaku decidiría acabar con su propia vida poco antes de que los soldados de la Resistencia apareciesen frente a él.

Alpha, quien se encontraba al borde de su final, se derrumbaría de rodillas aliviado al ver cómo los droides se apagaban lentamente.

Lo habían logrado. Al fin lo habían conseguido. La poca gente que aún vivía en Elysium saldría de sus hogares llenos de alegría. Ya nadie les controlaría nunca más. Habían puesto fin a una época de oscuridad y, desde este momento, se iniciaría un proceso de recuperación.

El objetivo: Rejuvenecer al planeta y encontrar un método de energía renovable.

Sin embargo, alguien se percataría de un dato: Alpha desapareció. Después de la que fue su última batalla, a pesar de haber sobrevivido, decidió nuevamente huir de Elysium. Ya se había redimido, por lo que para él, se había acabado su historia.

Volvería pues, a vagar por el desierto, al menos contento de que, después de tanto tiempo, ha sabido disculparse ante la humanidad.

Lo que no esperaba es que su historia aún no había acabado. Un nuevo episodio empezaba para él, pues un portal absorbería su mecánico cuerpo de forma inesperada.

CAPÍTULO 10: DYSTOPIA

Alpha aparecería en un mundo muy diferente, donde aventureros muy variopintos aparecían sin explicación alguna: Dystopia.

Aunque a principio seguía evitando encontrarse con otros humanos, poco a poco se fue acostumbrando a este lugar.

Así sería hasta que, en un arrebato causado por el Virus Jaaku que seguía en su interior, mataría a uno humano a sangre fría.

Asustado, huyó a los Montes Caerellia, tratando de aislarse una vez más.

Sin embargo, un grupo de valerosos aventureros no sólo lograría encontrar a Alpha, sino que por fin, le habían liberado del Virus.

Ahora es verdaderamente libre.

Desde este gran día, Alpha comienza a vivir de verdad.

ARMAMENTO

SABLE - ALFA

Sable de plasma ligero y de alcance medio. Utiliza una versión modificada de la tecnología LR-Shooter-MK.17, generalmente utilizada en armas de fuego.

Pesa 12 kilogramos. La longitud es de 25 centímetros apagada y 2 metros cuando está activada.

La tecnología antes mencionada permite a Alpha almacenar energía en la hoja para después liberarla en forma de potentes estallidos de plasma.

Su hoja es de color azul verdoso, verde intenso cuando se acumula plasma en ella. Tiene una inusual forma triangular, que le permite proteger sus manos de cortes mientras lucha.

P - SHOOTER

El P-Shooter (abreviatura de Plasma Shooter) es una versión modificada del arma LR-Shooter-MK.17, considerada el arma más puntera del momento.

Se trata de una pistola de peso medio que dispara balas de plasma concentrado, por lo que no requiere de balas físicas, resultando mucho más barata y fiable.

Capaz de generar suficiente munición como para lanzar 8 disparos seguidos. Tarda aproximadamente 5 segundos en recargarse, acción que realiza automáticamente.

Además, su tecnología es compatible con el Sable-Alpha, por lo que es posible acoplar éste en la ranura que se encuentra en la parte superior del arma, otorgándole mayor potencia de fuego y la posibilidad de lanzar disparos cargados.

Por desgracia, el P-Shooter fue destruído durante la estancia de Alpha en Dystopia.

Zone Crasher

Arma única y desarrollada únicamente para Alpha, pues se encuentra instalada de manera irreversible en la mano izquierda del androide.

Se trata de un dispositivo que posee dos funciones distintas:

HABILIDADES

RANGO CERO

RANGO BRONCE

RANGO PLATA